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FUNERAL DE SOR MARINA

Hoy 22 de noviembre de 2019, nos hemos reunido en la Capilla de nuestra residencia
para celebrar el funeral de Sor Marina, Hija de la Caridad, quien tras compartir con
nosotros sus últimos casi cuatro años, nos dice adiós.
La monición de entrada, la cual transcribimos a continuación, se convierte en un
bonito y especial momento para recordar y agradecer cómo Sor Marina vivió
entregada a los demás:
Arratsaldeon danori eta ongi etorriak!
 
En esta tarde nos hemos reunido en torno a la Eucaristía para despedir a nuestra
Hermana Sor Marina.
 
Con esperanza experimentamos que no es una despedida, porque a los que se quiere de
verdad, nunca se les dice adiós.
Sor Marina, tu sabes que te quisimos de verdad. En muchas ocasiones, hemos tenido la
oportunidad de poderte decir que nos sentíamos afortunadas por tenerte entre nosotras.
Hoy esta gran familia vive una tarde de acción de gracias. Damos gracias a Dios por tu
vida, por haberte llamado a ser Hija de la Caridad, por tus 60 años de entrega.
Gracias por tantos pobres a los que has servido a lo largo de estos años en: Las
escuelas de Villalón de Campos en Valladolid, en la Clínica Infantil de Bilbao, en las escuelas y
residencia de Carrejo, en la Residencia de Briviesca, en el colegio y Residencia de Tudela de
Duero, como maestra de párvulos, donde estuviste 41 años y hace 3 años en esta Casa.
Gracias Sor Marina, porque como buena maestra, nos has enseñado de la mejor
manera que se puede enseñar: con tu vida. Nos has enseñado la importancia de la acogida, de
vivir en armonía y fraternidad, nos has enseñado a cimentar nuestra vida en Dios, nos has
enseñado… tantas cosas Sor Marina.
Gracias Sor Marina por tu vida.
 
En la acción de gracias, representantes de los Cuatro Pilares toman la palabra:
 
(Junta de Patronato)
El Pilar de la Junta de Patronato te queremos dar gracias Señor, por sor Marina.
Gracias por su vida de Hija de la Caridad. No nos cabe ninguna duda, de que con su
vida, con su entrega a los más desfavorecidos, ha ido construyendo Tu Reino. Reino al
que todos estamos llamados a construir.
Damos gracias también a Dios, porque cuando su salud y sus fuerzas físicas han
flaqueado, le has traído aquí a esta casa, para compartir su vida y limitaciones con
todos nosotros. Gracias porque desde tu silla de ruedas, nos has regalado tu sonrisa y
simpatía.
Sor Marina háblale a Dios de nosotros, que nos siga ayudando a hacer su Obra.
Descansa en Paz Sor Marina.
 
(Personal Laboral)
Hoy Señor, desde lo más profundo de nuestros corazones, el Pilar del Personal Laboral,
queremos agradecerte la oportunidad que nos has dado, de poder compartir nuestra
vida junto a Sor Marina.
Ella nos ha dejado de una manera serena, sencilla, humilde, entregándose
confiadamente en tus brazos, Padre, donde ahora llena de gozo, descansa.
Tú, Sor Marina, nos has enseñado que, aunque la vida nos va deteriorando, la
capacidad de amar no disminuye en absoluto, el deseo de servir y entregarse adquiere
aún más fuerza y sigue siendo la razón principal, que da sentido a toda una vida.
Tú nos has mostrado, con tu forma de vivir, que seguir a Cristo, calzarse las sandalias
de San Vicente y Santa Luisa, implica no rendirse jamás. Tu paso por nuestras vidas, ha
sido ejemplo de tenacidad, de persistencia, de fidelidad incondicional a los valores
Vicencianos, en la defensa de los más pobres. Recordamos tu vida en el mundo de la
enseñanza, cómo se iluminaba tu mirada, qué amor desprendías cuando nos hablabas
de tus alumnos. Nuestro sueño hubiera sido, sin duda, tener una profesora como tú.
Agradecerte Sor Marina tu manera de empatizar, tu sensibilidad llena de ternura y
acordarnos de cómo en muchas ocasiones, cuando el día de trabajo llegaba a su fin,
nos decías: “Vuestras familias os necesitan más, marchaos, yo me arreglo sola”.
A través tuyo hemos comprendido que, ser discípulos de Jesús, aceptar su misión, exige
tener carácter, valentía y no dejarse acobardar ni dar un paso atrás ante las injusticias,
cuando son los más pobres quienes las sufren.
 
Hacerlo todo desde la bondad, pero con rectitud, con orden y con respeto y por encima
de todo hacerlo con AMOR, desde el corazón, ésta es la mayor enseñanza que tu vida y
tus obras nos han transmitido. Ahora sólo nos queda tomar tu testigo y seguirte y
hagamos que tu presencia siga viva en esta casa, comprendiendo que, desde la
pequeñez del ser humano, estamos llamados por Dios, a hacer grandes cosas como tú
las hiciste.
 
GRACIAS SOR MARINA.
 
(Voluntariado)
Aquí estamos Señor, el Pilar del voluntariado, apenadas, pero deseosas de darte
gracias por enviarnos a esta Casa a Sor Marina, formando parte de nuestras vidas.
¡Nos ha dado tanta alegría! Después de estar tantos años al servicio de los pobres,
dándolo todo: su tiempo, sus capacidades, su entusiasmo, su amor a los más
desfavorecidos, aquí nos regaló sus sonrisas, su jovialidad… Había tanta luz y tanta
alegría en sus gestos, que no dejaba indiferente a nadie y siempre evangelizando.
Señor, gracias porque a través de su sentido de humor y su sentido de justicia, nos dejó
llenas de fortaleza, y sabemos que se fue con una profunda sensación de paz sabiendo
que regresaba a los brazos del Padre.
Sor Marina te echaremos mucho de menos, ahora desde el cielo cuida de nosotros.
 
(Hijas de la Caridad)
En esta tarde Señor, te damos gracias por poner en nuestro camino a Sor Marina. Para
nosotras, Hijas de la Caridad, ha sido un regalo poder caminar junto a ella tras las
huellas de Cristo.
Mujer de sonrisa amable, ojos vivos y brazos abiertos para la acogida.
Manos gastadas de servirte en los niños y niñas que tú pusiste en su camino.
Corazón repleto de nombres, porque en él, todos tuvieron y tuvimos cabida.
Y vida entregada, una entrega diaria a Dios y en la Comunidad a la que tanto quería.
Si, Sor Marina, así te hemos descubierto estos últimos años. De ti hemos podido
aprender la Acogida sincera, amable y sin prisas. También tus ganas de seguir
construyendo comunidad, creando buen ambiente y compartiendo tu vivencia de Dios
con nosotras. Alegre, respetuosa con todo el que se acercaba a ti: ancianos, familiares,
personal…
 
Sabemos que dejas el tren de esta vida, para coger otro que sube por entre tejados al
encuentro del Padre, al tren de la Vida Plena, y sabemos, por la fe que profesamos, que
ya habrás escuchado en boca del Padre-Madre Dios: “Pasa hija, porque estuve enfermo
y me visitaste, desnudo y me vestiste»·
Descansa en paz Sor Marina.

 

 

Grupo de prensa
(Residencia Calzada)